Haciéndome pasar por un narco: así se compran los químicos para producir fentanilo (2024)

Wendy tenía rasgos asiáticos; llevaba el pelo recogido en un moño. Su chaqueta azul marino le daba un aire profesional. Su ligero maquillaje le daba un toque juvenil. Le gustaban las mensajes directos y bien encriptados.

"Tenemos productos químicos de la mejor calidad para investigación a los mejores precios", saludó a Fernando en un chat. El mexicano buscaba un nuevo proveedor y revisaba anuncios de laboratorios químicos de China. Allí le esperaban, hermosas y competentes, las asesoras de ventas. Respondían rápidamente y de manera agradable, sabían bromear. Todas tenían fotos retocadas y nombres que sonaban occidentales: Sara, Grace, Sophia, Daisy y, finalmente, Wendy.

Siente la química, entrega discreta

"Siente la química", decía un anuncio. Otro: "Nuestra especialización, su confianza. La tecnología innovadora y la alta calidad garantizan nuestro compromiso continuo con las necesidades del mercado y del cliente". Frases clave como "entrega discreta", "sin problemas aduaneros" y "reenvío gratuito" eran promesas de un negocio exitoso.

Quizá Fernando no afirmó directamente que trabajaba para un cártel mexicano, pero claramente lo insinuaba. Esto no causaba impresión en Wendy. Ofrecía pseudoefedrina, 3,4-metilendioxianfetamina (MDMA), alprazolam, pregabalina y 3′,4′-metilendioxi-α-pirrolidinohexiofenona en oferta, pero con esa sonrisa podría venderle hasta hielo a un esquimal.

"Estoy buscando precursores de fentanilo", escribió Fernando, refiriéndose a NPP y 4-ANPP, necesarios para que los cocineros, o chefs mexicanos, produzcan fentanilo. Ella inmediatamente le indicó el precio.

—¿Qué hay de la entrega?
—Garantizamos entrega segura de puerta a puerta.
—¿A México?
—Por supuesto.
—¿Y a Europa?
—A cualquier lugar. Enviamos por correo o por barco, según la cantidad del pedido.
—¿Pago?
—Criptomonedas. Pides, pagas y recibes el producto en unas semanas.

Cuánto cuestan los precursores

Me hice pasar por Fernando para ver si desde Europa podía encargar precursores de fentanilo. En un informe de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), leí que empresas farmacéuticas chinas están suministrando a organizaciones criminales mexicanas productos químicos precursores y prensas de pastillas, productos necesarios para producir drogas, incluido el fentanilo.

China es el mayor productor mundial de principios farmacéuticos activos (APIs), incluidos los del mercado ilegal. Por eso, casi toda la metanfetamina mundial se produce a partir de precursores chinos.

China también es un centro mundial de contenedores, lo que permite un transporte fácil y económico de productos ilegales hasta la costa mexicana del Pacífico, donde la mayoría de los puertos están controlados por los cárteles. Esta ruta marítima ha estado operando desde principios de la década de los 2000, cuando Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa (actualmente cumpliendo cadena perpetua), comenzó a trabajar con las tríadas chinas (incluida la 14K, una de las mayores bandas del mundo, responsable del tráfico de heroína y opio desde China y el sudeste asiático). Hoy, los cárteles mexicanos utilizan redes internacionales de intermediarios para las transacciones financieras y las compras al por mayor de sustancias directamente de China.

Llevaba meses intentando contactar con vendedores de precursores. No hizo falta que me adentrara en el mundo de la darknet —la parte más oscura de internet—; sus ofertas estaban disponibles en sitios web oficiales y bases de datos de compañías farmacéuticas. Hablé a través de servicios de mensajería y por correo electrónico, como si estuviera comprando comida para perros. Comparé ofertas. Sara, Grace, Sofia y Daisy ofrecían precios asequibles y una gran variedad de productos: la mayoría de las veces, precursores de metanfetamina y pseudoefedrina.

No planeaba comprar fentanilo, pero resultó que los periodistas de Reuters estaban haciendo lo mismo. Publicaron unainvestigación en julio de 2024. También hablaron con Daisy y compraron suficientes precursores como para producir tres millones de pastillas. Recibieron doce paquetes con los productos químicos que encargaron a direcciones en México y Estados Unidos (EEUU). Lo resumieron de la siguiente manera: "Cualquiera con un buzón, conexión a internet y criptomonedas puede comprar estas sustancias químicas".

Remordimientos de conciencia

Me interesaba establecer una relación de confianza. J. no fingió ser una mujer asiática atractiva y escribió directamente que no le gustaba trabajar como "asesor de ventas". Después de intercambiar una docena de correos, le confesé que era periodista. "Sé demasiado sobre la venta en la darknet y todos esos negocios oscuros. Estaría encantado de contártelo porque tengo remordimientos de conciencia por formar parte de esto", escribió en uno de sus correos, aunque sonaba algo contradictorio.

Insistí para tener una conversación. Una de las direcciones publicadas en la web de su empresa, que vende precursores, estaba en India, en el distrito de Tajganj, en Agra, a unos quince minutos a pie del Taj Mahal.

Otra estaba en las afueras de la ciudad china de Shijiazhuang, un antiguo centro de la industria pesada que en la última década se había transformado en un polo de la industria biotecnológica y farmacéutica. Las imágenes satelitales mostraban que era una zona abandonada fuera de una de las circunvalaciones de la ciudad.

Encontré una tercera dirección en una base de datos global de laboratorios; la empresa supuestamente estaba ubicada en un hospital en Chengde. Ambas ciudades chinas se encuentran en la provincia de Hebei. Según una investigación de la empresa de análisis Elliptic, uno de cada tres proveedores chinos de precursores ilegales proviene de esta provincia, que rodea Pekín.

J. no accedió a que nos reuniéramos; quería permanecer "totalmente anónimo". Unos días después, pidió un soborno: 1.500 dólares en criptomonedas o a través de Western Union a la dirección de un orfanato en África. "Estoy corriendo un gran riesgo", argumentó.

No tenía intención de pagarle, pero lo convencí de que necesitaba una "entrevista preliminar" para ayudarme a preparar la entrevista real. Acordamos una cita por Skype. Admitió que no era chino, pero había estudiado allí y aprendido mandarín. Luego conoció a su mujer y tuvieron dos hijos. Lleva once años trabajando en el laboratorio, donde es responsable de ventas internacionales.

Empaquetamos, enviamos y adjuntamos un tutorial

"Es un negocio como cualquier otro. Lo único que importa son las ventas", dice J. "Oficialmente estamos especializados en la venta de cloruro sódico y otras sustancias utilizadas en las industrias farmacéutica y alimentaria. Pero hay mucha competencia, márgenes más bajos y cada vez más restricciones y eso nos ha obligado a buscar clientes fuera de los mercados legales".

—¿Como los cárteles mexicanos?
—No lo sé. Generalmente no pregunto a los clientes qué hacen.
—Entonces, ¿qué preguntas?
—¿Cuánto? ¿Dónde? Y si necesitan que les mande también instrucciones. Es muy fácil sintetizar precursores en una versión final de fentanilo. Pero no todos nuestros clientes son químicos. Por eso adjuntamos un tutorial.
—¿Y luego?
—Pagan. Dan una dirección. Empaquetamos. Y enviamos.

Innovación para parecer legales

La industria química china es la más grande del mundo. Según el Consejo Europeo de la Industria Química, sus ventas ascendieron a 1,7 billones de dólares hace tres años y siguen creciendo. Foreign Policy estima que 160.000 empresas del país producen químicos con "relativamente poca supervisión del Gobierno". Solo los mayores productores de APIs, que suministran fentanilo médico a mayoristas y hospitales de todo el mundo, están sujetos a controles estrictos. El resto, unas 1.600 pequeñas empresas distribuidas por toda China, constituyen la columna vertebral de la industria, pero se ven obligadas a encontrar su nicho, a menudo entre organizaciones criminales.

Cuando J. comenzó a trabajar en ventas, había seis variantes de fentanilo en el mercado. Solo en 2016 se registraron 63. Al año siguiente, los Estados miembro de la ONU incluyeron por primera vez dos precursores clave, el NPP y el 4-ANPP, en la lista de drogas bajo control internacional. Tras recibir presiones de la diplomacia estadounidense, el Gobierno chino lo hizo dos años después. Como resultado, según la DEA, los envíos de fentanilo desde China directamente a EEUU "han disminuido considerablemente".

—Las autoridades decidieron que los precursores que hemos estado produciendo durante años de repente son ilegales y están sujetos a controles. ¿Qué opción tenemos? ¿Cerrar la empresa? ¿Despedir a la gente? ¿Qué haría alguien que lleva toda su vida produciendo precursores?
—¿Cambiar de industria?
—¡No! Estamos haciendo lo mismo que antes, solo que en silencio. Todos los pagos se hacen en criptomonedas. Eso es totalmente clandestino. Si operas a puerta cerrada, no tienes problemas con el Gobierno chino. Estamos constantemente enfocados en la innovación para parecer legales.

Fentanilos diferentes, clientes no exigentes

El fentanilo tiene numerosas variantes con nombres muy parecidos; son químicamente diferentes, pero tienen efectos similares. J. compara el mecanismo de producción con hornear un pastel. "Para el pastel necesitas mantequilla, pero la puedes cambiar por margarina; igual que puedes cambiar la estructura química del precursor, por ejemplo, cambiando un átomo de hidrógeno por un átomo de flúor. También puedes venderle al cliente nata para hacer la mantequilla; igual que puedes retroceder un paso en la producción y vender los conocidos como pre-precursores. J. dice que los clientes no son exigentes; lo único que les importa es el resultado final, es decir, el pastel.

La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) estima que los químicos podrían sintetizar "miles de variantes del fentanilo". De esta manera, se adelantan a la ley: venden una sustancia aparentemente legal hasta que la variante es detectada por las autoridades y se incluye en la lista de drogas bajo control internacional.

El año pasado, los expertos de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (INCB, por sus siglas en inglés), que vigilan el cumplimiento por parte de los Gobiernos nacionales de las convenciones de la ONU sobre control de drogas,contabilizaron 153 sustancias relacionadas con el fentanilo.

"La inclusión de una sustancia en la lista de drogas bajo control internacional no resuelve el problema, porque puede reemplazarse rápidamente por otra", me dijo Reiner Pungs, experto en comercio de precursores de la UNODC para el sudeste asiático y el Pacífico. "Es un desafío global hacer frente al creciente número de sustancias químicas. Porque a menudo se trata de sustancias legales necesarias en varias industrias de todos los países".

De China al Cártel de Jalisco pasando por Alemania

La debilidad del sistema regulador mundial se ilustra con el caso de los hermanos Carlos y Javier Algredo, de México, que llevaban años suministrando precursores de fentanilo y metanfetamina al cártel de Jalisco. La acusación de los fiscales estadounidenses muestra que uno de los países de tránsito era Alemania, el mayor productor de químicos de Europa.

"La red envió numerosos productos químicos de Alemania a México durante ese tiempo, incluyendo 48 toneladas de sorbitol, 443,5 toneladas de carbonato de sodio y 20 toneladas de ácido hipofosforoso. Todo, productos químicos esenciales que pueden usarse para producir fentanilo y metanfetamina. Pero ninguno estaba en las listas de vigilancia alemanas", cuenta InSight Crime, medio que realizó un análisis detallado de las cadenas de suministro de los hermanos Algredo.

Reiner Pungs cita el ejemplo de la metanfetamina, producida por los cárteles mexicanos, desde hace más de una década, a partir de efedrina y pseudoefedrina procedentes de Asia. Empresas indias y chinas exportaban los químicos legalmente a México a través de Europa y África. "Y cuando México finalmente los prohibió, los cárteles se adelantaron a la ley y comenzaron a reemplazarlos con otras sustancias", añade el experto.

Lo mismo ocurre hoy con el fentanilo. Cuando hace tres años aparecieron grandes cantidades de nuevos precursores y variantes, como la boc-4-piperidona, el bromuro de 2-feniletilo o el para-fluorofentanilo, los Estados miembro de la ONU los incluyeron rápidamente en la lista de drogas bajo control internacional. China hizo lo mismo, pero con dos años de retraso, en agosto de este año, como resultado de un acuerdo entre el presidente estadounidense Joe Biden y el presidente chino Xi Jinping.

Estados Unidos "tiene una enfermedad sin cura"

Según los analistas, se trata de un "pequeño avance". Especialmente porque la cooperación antidrogas entre ambas potencias se paralizó al inicio de la pandemia de coronavirus. En 2022, el Gobierno chino suspendió la cooperación después de que Nancy Pelosi, entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, visitara Taiwán. Como respuesta, Biden incluyó a China en la lista estadounidense de los mayores países productores de drogas.

"El problema de las drogas en Estados Unidos es una enfermedad antigua y profundamente arraigada que aún no tiene cura […] Estados Unidos debería dejar de hacer acusaciones infundadas contra China y de socavar la cooperación antidrogas entre China y Estados Unidos", declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores chino.

Los estadounidenses acusaron a al menos una docena de proveedores chinos e impusieron sanciones a más de 65 personas por comerciar con sustancias ilegales solo en 2023. Los efectos se pueden ver en los sitios web de los laboratorios, como AmarvelBio, que, hasta hace poco, ofrecían precursores ilegales de fentanilo en la darknet. Allí aparece un mensaje sobre la clausura del sitio por parte de la DEA.

"China está usando el fentanilo como arma"

"Es un tira y afloja geopolítico", dice un experto estadounidense en narcóticos y organizaciones criminales, que prefiere permanecer en el anonimato sobre "cuestiones políticas". "Los nuevos controles sobre tres precursores que ha introducido China no son más que un lavado de imagen. La intención es enmascarar la complicidad de China en la crisis de opioides que afecta a EEUU".

Me remite al informe de este mes de abril del Comité Selecto de la Cámara de Representantes de EEUU sobre la Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista de China. Los autores presentan pruebas sólidas de que algunos productores de drogas sintéticas son propiedad total o parcial de entidades y personas relacionadas con el Gobierno chino.

Las autoridades comunistas no solo llevan años concediendo subvenciones e incentivos a las empresas que comercian en internet con fentanilo ilegal, sino que también ofrecen a los laboratorios elevadas desgravaciones de IVA sobre las drogas sintéticas: hasta un 13%, frente a las desgravaciones estándar del 3%, 6% y 9% que se aplican para otros productos. Todo facilidades, pero con la condición de que los químicos se exporten a otros países.

"Se trata de la subvención de exportaciones de sustancias que eran y son ilegales según la ley china", dice el informe. Y más adelante: "El año pasado, un productor químico chino envió a un intermediario suficientes precursores de fentanilo como para producir más de 25 millones de dosis letales".

"Pero, ¿China e India, el otro gran productor de APIs de la región, no realizan inspecciones estrictas y cierran los laboratorios sospechosos?", pregunto al experto. Me baso en datos. Solo en 2023 se cerraron 173 laboratorios ilegales en China. "Propaganda", responde. "China suministra el 80% de los precursores de metanfetamina y casi el 95% de los precursores de fentanilo a los cárteles mexicanos. Toneladas de tramadol ilegal y sus precursores llegan a África. La ketamina china inunda el sudeste asiático, mientras que las variantes de fentanilo de China llegan a Laos, Vietnam y Tailandia".

David Saucedo, analista de seguridad mexicano afirma que "China está usando el fentanilo como arma contra EEUU en las negociaciones diplomáticas. Parece que seguirá permitiendo la exportación de fentanilo y sus precursores. Y esto continuará durante mucho tiempo, hasta que se resuelvan otras cuestiones, como el asunto de Taiwán".

Blanquear dinero al estilo chino

"El mercado de las drogas sintéticas en el este y sudeste asiático está expandiéndose a un ritmo alarmante y continuará creciendo", admite Pungs, el experto en precursores, y enfatiza que India y Pakistán siguen los pasos de China, mientras que recientemente ha habido un auge en el cultivo de opio en Myanmar. "El mapa de la delincuencia también ha cambiado. Las bandas que antes solo se dedicaban a las drogas ahora también están lavando dinero y cometiendo ciberdelitos".

En una entrevista con Breitbart, Terry Cole, un exagente de la DEA con 22 años de experiencia, resumió que se trata de "tráfico de drogas patrocinado por el Estado". "Los chinos se han establecido como los líderes mundiales en lavado de dinero, distribución de fentanilo y fabricación y distribución de precursores. A menudo blanquean dinero a coste cero para las organizaciones del narcotráfico. El Gobierno chino tiene una forma única de manipular divisas que permite a los blanqueadores de dinero maximizar sus ganancias", dijo Cole.

Los intermediarios especializados que operan en los sistemas bancarios clandestinos de China han creado un esquema de lavado basado en un intercambio de dinero en efectivo a tres bandas. Ciudadanos chinos adinerados envían mercancías de bajo valor por barco a México. Luego, los cárteles compran esas mercancías a través de una serie de empresas y las revenden a bazares chinos, tiendas operadas por inmigrantes chinos que son populares en los países latinoamericanos —al igual que lo son en España—. Los chinos que gestionan bazares se ahorran aranceles y los pagos de aduanas gracias a este esquema. El resultado deja a todos satisfechos. Los chinos ricos obtienen dólares que no podrían haber sacado del país a través del comercio oficial. Los minoristas en las tiendas obtienen bienes más baratos. Y el dinero lavado termina en las cuentas mexicanas.

En los últimos cinco años, los fiscales estadounidenses acusaron a 20 ciudadanos chinos de estas maquinaciones financieras. El convicto más famoso, Xizhi Li, fue condenado a 15 años de prisión en EEUU por lavar 30 millones de dólares para los cárteles.

Las transacciones en criptomonedas son la norma. Los proveedores con los que estuve en contacto preferían los pagos en bitcoins, a pesar de que hace tres años que operar con criptomonedas es ilegal en China. Para las autoridades, esto es más difícil de detectar: ahora lidian con miles de flujos de dinero virtual, en lugar de con un enorme pago de efectivo para, por ejemplo, toneladas de cocaína, como sucedía hace dos décadas.

Uninforme de Elliptic, una empresa que analiza blockchain y criptomonedas, examinó las billeteras virtuales de vendedores ilegales. Los autores señalaron que los ingresos por transacciones ilegales relacionadas con precursores (no solo de fentanilo) pueden alcanzar los 32 millones de dólares anuales en criptoactivos como el bitcoin y la tether. Se trata de una escala enorme, especialmente considerando que uno de los proveedores chinos me ofreció un kilogramo del precursor 4-ANPP por 1.570 dólares.

Ni los perros pueden olerlo

"Hola, Fernando. Podemos entregar 4anpp y polvo de alprazolam. Aceptamos criptomonedas o una transferencia bancaria como pago. 1 kg de 4anpp son 1.570 dólares. 1 kg de Alprazolam, 75.000. Enviaremos la mercancía desde Hong Kong y pasará por la aduana sin problemas. Recibirás algo completamente distinto. Al abrir el paquete, encontrarás el producto envasado al vacío y envuelto en papel de aluminio para evitar que lo detecten los rayos X. La mercancía estará sellada herméticamente para que ni los perros puedan olerlo". Recibí este correo de uno de los proveedores, que me escribió después de hablar con Wendy, la encantadora consultora de la chaqueta azul marino.

Intercambiamos una docena de correos, su inglés era correcto y se centraba en los detalles. No firmó ni una sola vez con su apellido, ni siquiera con su nombre, e ignoró mis preguntas sobre sus datos personales y la posibilidad de conocernos en persona. Quería cerrar el trato, convencerme de que el "acuerdo de prueba" saldría adelante y que podríamos "continuar con la cooperación a largo plazo".

Intenté negociar un precio inferior, así que propuse comprar al por mayor. El vendedor envió otra oferta, en la que describía todo el proceso en detalle, lo cual confirma, por ejemplo, los hallazgos de Reuters. Los vendedores chinos suelen enviar los productos químicos junto a productos comerciales normales, utilizando negocios tapadera para dar la apariencia de legalidad. Los periodistas de la agencia recibieron los precursores empaquetados en bolsas de comida para gatos. También se envían frecuentemente en botellas etiquetadas como jabón para limpiar coches.

"Pueden ser 10 kilos por 12.870,75 dólares. ¿Necesitas algún otro químico? ¿Otros ingredientes o compuestos para sintetizar el opioide, como cloruro de propionilo o cloruro de acetilo? Tenemos existencias. El paquete pasará sin problemas; en el peor de los casos, te lo volveremos a enviar. Casi no hemos tenido interceptaciones de paquetes. La empresa de envíos es una tienda minorista internacional que vende y envía diversos artículos para nosotros. Tu pedido parecerá uno normal hecho en su tienda de AliExpress. El producto estará escondido en estevia marrón o blanca, azúcar de vainilla, semillas de girasol en polvo, pepino de mar en polvo o, incluso, electrodomésticos. Nuestra red está bien desarrollada. La seguridad siempre es una prioridad, ya que solo podemos obtener beneficios si todo va bien. […] Si todo está en orden, operaremos durante mucho tiempo sin problemas".

¿Por qué iba un traficante a matar a sus clientes?

—¿El fentanilo es una amenaza para Europa? —le pregunté a J, que tiene entre sus clientes a polacos, británicos, holandeses, rumanos y, principalmente, ucranianos y búlgaros.
—Europa es un mercado difícil. Primero de todo, las regulaciones aduaneras son estrictas. Es mucho más fácil enviar un paquete a EEUU que a Suecia o Gran Bretaña.
—¿Qué más?
—No veo interés en Europa. Buscáis una experiencia diferente a la de los estadounidenses.

Al cabo de un rato me envía un video de un "envío a Europa". La mano de un supuesto cliente satisfecho abre el envoltorio y saca la efedrina. "En Polonia les gusta el foil —como se conoce en la jerga de las drogas a la pseudoefedrina— y el psicodélico 2C-B. Y, obviamente, el cristal. Lo enviamos sobre todo a Europa del Este y Nueva Zelanda. Esto es mucho más lucrativo que el fentanilo".

Pregunté lo mismo a las otras personas con las que hablé. Un experto estadounidense en narcóticos: "Ya que hablamos de geopolítica y China, la pregunta clave es: ¿qué podrían querer los chinos de Europa? Parece que están centrados en competir con EEUU y desarrollar su influencia en otras partes del mundo, como África".

David Saucedo, un analista de México: "Europa tiene una ventaja sobre Estados Unidos. No es un mercado tan receptivo y ha visto la crisis de los opioides.Lleva diez años de ventaja a los EEUU; un tiempo suficiente para encontrar herramientas para controlar y contrarrestar los suministros que vienen de China".

"Me preocupa más si Europa está preparada para el fentanilo como sustituto de otras drogas", responde Reiner Pungs, experto en el comercio de precursores. "Si hablas con la mayoría de gente, te dirán: 'No, el fentanilo no llegará a nosotros, es demasiado peligroso. ¿Por qué iba un traficante a matar a sus clientes cuando es tan difícil controlar la cantidad de fentanilo que provoca una sobredosis? Al fin y al cabo, estamos hablando de miligramos'. Existe un mercado estable para la cocaína, aunque, después de la disminución en el número de incautaciones en los Países Bajos y Bélgica este año, podemos ver que su valor está disminuyendo. Los talibanes han prohibido el cultivo de adormideras —las amapolas del opio— y todas las demás drogas en Afganistán, por lo que ahora el principal productor es Myanmar. Nunca han suministrado a Europa, pero ¿lo harán ahora? Estas son las preguntas a las que nos enfrentamos cada día. Es como capturar a un pulpo".

Los tentáculos de ese pulpo se extienden hasta Afganistán, controlado por los talibanes, y Turquía, que hace la vista gorda ante el aumento del tráfico de drogas.

(Más en la próxima entrega de esta investigación)